Tanto si eres autónomo como si te has visto obligado a trabajar en remoto, debido a las circunstancias actuales, habrás notado que no es fácil mantener los niveles de rendimiento. El trabajo desde casa tiene otras exigencias, sobre todo a nivel psicológico, y resulta mucho más sencillo distraerse de los objetivos y perder el orden de las prioridades.
A continuación, te daremos consejos para identificar tus metas, distinguiremos los tipos de objetivos, nos concentraremos en los prioritarios y trazaremos un plan de acción. Todos estos pasos puedes aplicarse tanto a nivel individual como empresarial o de equipo.
Identificar objetivos
Hay muchas fases de tu vida, personal y profesional, en las que te puedes sentir abrumado y desorientado. Esas sensaciones te hacen perder la perspectiva y extraviar tus objetivos. Si este es tu caso, te puede servir de ayuda realizar ejercicios de autoconocimiento, hay muchos en internet, pero a mi el que más me gusta es el de la rueda de la vida.
Una vez hechos los ejercicios de autoconocimiento, podemos identificar dificultades, facilidades, amenazas y oportunidades. Esto se conoce como Matriz o Esquema DAFO. Se trata de una herramienta que te ayuda a identificar hacia que objetivos te deberías orientar, especialmente en materia de rendimiento.
Ambos ejercicios, te ayudarán a identificar y priorizar metas, ya sea en el ámbito personal o en el profesional.
Tipos de objetivos
Una vez que has conseguido identificar tus metas, hace falta poner un poco de orden. Así que empezaremos por dividir tu lista:
- Objetivos de finalidad. Aquí se concentran los objetivos que no dependen de ti al 100%, que tienen una meta final o una perspectiva a largo plazo. Por ejemplo: alcanzar 1 millón de euros en ventas internacionales.
- Objetivos de rendimiento. Estos son objetivos que dependen de ti al 100% y que se pueden completar a corto o medio plazo. Así, el objetivo de tu empresa podría ser desarrollar 3 nuevos productos antes de diciembre del 2021, o en el ámbito personal, ahorrar 3.000€.
Plan de acción
Entonces, y habiendo clasificado nuestros objetivos, podemos trazar un plan de acción. Este plan será tu hoja de ruta y te ayudará a alcanzar tus metas.
Para trazar un plan de acción que te resulte realmente útil, debes analizar en profundidad tus objetivos de rendimiento y asociarles actuaciones específicas a cada uno.
En el caso que planteábamos antes, desarrollar 3 nuevos productos, podrías empezar por establecer quien es tu cliente ideal, analizar sus necesidades, estudiar los productos que ofrece la competencia, buscar características que te distingan de ellos, etc.
Nos concentramos en los objetivos de rendimiento, porque son los que dependen exclusivamente de ti, además, normalmente, alcanzar tus metas a corto y medio plazo te sitúa más cerca de las de largo plazo.
Colaboración y ayuda
Como es natural, puede que no poseas todos los conocimientos necesarios para alcanzar tus metas. En ese caso, te puede ser útil, contar con un profesional en la materia, formar un grupo de acción o unirte a una asociación que tenga objetivos parecidos a los tuyos.
La orientación o mentoring, es la guía que te puede ofrecer un profesional, a través de la transmisión de sus conocimientos y habilidades. No es mi opción preferida pero esto, obviamente, depende de tu forma de ser.
Por otro lado, tenemos el Coach. Se trata de una persona que, mediante la realización de preguntas no enjuiciadoras, te ayudará a generar una mayor conciencia, abrirte al pensamiento lateral, responsabilizarte de tus acciones y ser más proactivo.
En último lugar, los grupos de trabajo te pueden ayudar a conseguir una mayor visibilidad, nuevas oportunidades, sentirte menos solo y vivir el proceso de una forma más motivadora y divertida.